Elegir un headhunter

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Elegir un nuevo ejecutivo nunca es tarea fácil, por eso recurrimos a los head hunters, aquellas personas especializadas en reclutamiento de profesionales. Pero, ¿cómo saber si el head hunter que elegimos es bueno?

Lo primero en lo que hay que fijarse es que el head hunter tenga experiencia de varios años en búsqueda ejecutiva. Siempre es deseable que él mismo haya sido ejecutivo, de manera que conozca las realidades de las empresas. Y que tenga una mirada internacional del mercado, no sólo local.

Mucho más deseable es que la empresa tenga algún tipo de certificación internacional que respalde su trabajo, ya que esto garantiza que el head hunter tiene un conocimiento sólido en lo que hace y que trabaja regido por códigos éticos, que implican desde mantener la confidencialidad de lo que se muestra de la empresa y respecto a los candidatos, hasta resguardar la información de los cambios que se llevarán a cabo en la empresa y establecer reglas de off limits (no levantar en al menos un año a ningún ejecutivo de la empresa y nunca al que se colocó).

Además el head hunter debe entregar garantías de su trabajo. Las empresas que ofrecen un servicio de búsqueda de buena calidad otorgan al menos uno o dos años de garantía, periodo en que se asume la responsabilidad en caso de que el ejecutivo seleccionado no cumpla con lo establecido.

Por otro lado, es necesario que el head hunter tenga una buena comprensión de la empresa y del perfil del cargo que se va a buscar. Sucede que muchas veces ni los propios ejecutivos están de acuerdo respecto a la visión del perfil que se está buscando, o que existen opiniones divergentes que no se han discutido. El head hunter debe facilitar esa conversación y aportar una mirada externa que la enriquezca.

Un buen head hunter debe de hecho ser capaz de hacer todas las preguntas que cuestionen la necesidad de la búsqueda, y de por qué se da una definición de perfil y no otra. Tiene que aportar una mirada fresca del mercado y en definitiva ser un muy buen asesor y consultor, y no sólo actuar a secas con la búsqueda solicitada sin preocuparse del trabajo previo.

Es importante que, ya con claridad acerca de la cultura de la empresa y de los estilos de los ejecutivos, habiendo establecido los desafíos del cargo y las cualidades y competencias necesarias, sea capaz de salir a buscar una lista larga de candidatos. Un buen head hunter debe literalmente barrer el mercado para mostrar todas las opciones disponibles. No es suficiente llegar con una terna.

Por ello siempre es más recomendable trabajar con una empresa de head hunters más bien boutique, ya que si se tiene miles de clientes se hace más difícil salir en búsqueda de candidatos. Asimismo ser una consultora boutique permite una relación más personalizada con cada cliente. La comunicación se realiza de forma permanente, semanal, lo cual permite percibir más información de lo que la empresa necesita e ir flexibilizando el proceso de selección de acuerdo a las necesidades. Se logra llevar a cabo un proceso conversado a lo largo del tiempo, basado en la confianza y finalmente también en una relación personal.

Al momento de elegir un head hunter fíjese en que tenga certificación, un buen equipo de trabajo, buenas redes, conocimientos profundos del mundo empresarial, buenas herramientas de selección, y por supuesto el suficiente seniority y dominio en temas de liderazgo. Y para finalizar, lo más importante, en que el head hunter le permita generar un espacio de confianza y comunicación permanente.

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